viernes, 25 de mayo de 2012

ENDEUDADOS

Romanos 13:8
“No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley”.

A Dios le disgustan las deudas. Nunca ha sido el deseo de Dios que sus hijos vivan endeudados financieramente o sin la provisión para suplir sus obligaciones. De la misma manera, Dios es un ser sin deudas, Él es el dador de todo:

Romanos 11:35
"¿Quién le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague?"

Sólo existe una deuda que Dios acepta en nuestra vida; es más, Él nos manda vivir “endeudados” con los demás de esta manera: QUE NOS DEBAMOS AMOR UNOS A OTROS.

De la misma manera que una deuda es una obligación legal o moral con alguien; es en este nivel que Dios quiere que veamos nuestra vida para con los demás: Buscando cada día de corazón saldarla. Además, RECUERDAS QUE DIOS QUIERE QUE VIVAS FUERA DE DEUDAS ¿SÍ O NO? Entonces Él, como siempre, ha provisto lo necesario (en realidad, lo más que necesario conforme su voluntad abundante): HA DERRAMADO SU AMOR (SOBRENATURAL, PODEROSO, ACTIVO, SACRIFICIAL, INFINITO) EN TU CORAZÓN.

Romanos 5:5
“Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”.

Entonces, estás más que listo para pagar tu deuda a los demás. ¿Hasta cuándo pagaremos? CADA DÍA DE NUESTRAS VIDAS. Dios te ha colocado en esta “gloriosa deuda” en la cuál eres beneficiado y bendecido al bendecir y amar a los demás porque cada vez que pagas tu deuda de amor te pareces más a Papá y a tu hermano mayor:

Efesios 5:1-2
“Por tanto, IMITEN A DIOS, como hijos muy amados, y LLEVEN UNA VIDA DE AMOR, ASÍ COMO CRISTO NOS AMÓ y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios”.

Nadie podría decirme que vivir como Ellos no es realmente vida. El amor siempre te pone en compromiso y obligación a los demás. Vive cada día gloriosamente endeudado de amor con los demás y paga sobreabundantemente tu deuda: SÉ QUIEN HACE LA DIFERENCIA Y HACE QUE LOS MILAGROS OCURRAN.

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